La agricultura esta de moda

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Ahora que todos o casi todos nos cuidamos más, ahora que intentamos comer más sano y hacer más deporte y que intentamos llevar una vida más saludable se están poniendo de moda los huertos urbanos, los bancales en los balcones y las azoteas sostenibles.

Es fácil ver en los balcones y terrazas de los edificios de las grandes ciudades pequeños huertos ecológicos que sirven como distracción para muchos y para tener verdura fresca en la mesa.
En el pueblo en el que yo vivo el ayuntamiento ha puesto a disposición de los que quieran unas parcelas para que cultiven allí verduras y hortalizas, sólo deben de pagar una pequeña cantidad por el gasto de agua que supone. Una de las cosas buenas que tiene esta iniciativa es que cualquiera puede tener un pequeño huerto y así poder pasando el rato arreglando sus hortalizas y sus verduras.

Otros tienen la suerte de poseer buenos terrenos para poder tener sus propios cultivos, estas personas suelen demandar también la ayuda de desguaces agricolas para poner al día su maquinaria. En estos huertos suelen cosechar las hortalizas de temporada como pepinos, tomates y rábanos en primavera o lechugas, acelgas y espinacas en otoño. Las personas que tienen grandes terrenos suelen vender el fruto de su esfuerzo, venden las hortalizas y las verduras a los vecinos y es seguro que los familiares no tienen escasez de estos productos.

A mí personalmente me encantan los productos de la huerta pero lo que de verdad me gusta es mantener el huerto. Yo tengo uno de estos pequeños terrenos que facilita el ayuntamiento. Como trabajo sólo por las mañanas y de lunes a viernes empleo todo el tiempo libre que tengo en el mantenimiento de mi pequeño huerto, en él planté hace meses fresas, zanahorias, tomates y pepinos, de los cuales ya me he comido la mayoría de los frutos y debo de reconocer que saben mejor, mucho mejor que los que habitualmente compro en el mercado, no sé si será porque es mío y me han sabido mejor o porque la calidad de la tierra y la falta de productos químicos fomentan el crecimiento y el buen sabor de estos productos.

En algunas ocasiones mi hermano me ha acompañado y creo que también le ha gustado mucho eso de ponerse un sombrero de paja y beber agua muy fresca de un botijo.